De uno de los retiros realizados en la Casa de las Reparadoras tomamos hoy esta reflexión de Pepe. Seguro que nos vendrá bien para un breve momento de oración.
"Dos discípulos en camino.
Infinidad de discípulos en camino durante siglos y siglos. Tú,….. Quizás yo mismo.
En este relato, Lucas, con un arte fuera de serie, recoge nuestra experiencia diaria de creyentes y nos enseña a leerla.
Tres partes en el relato:
Los actores: -Dos discípulos y el caminante de paso.
El Mensaje Pascual:
- El acontecimiento contado a Cleofás.
- Jesús, partiendo de las Escrituras, explica su sentido.
Reconocimiento y Celebración:
- Los discípulos reconocen a Jesús al partir el pan.
- Se vuelven a Jerusalén para celebrar su fe con los hermanos.
Inmediatamente después de este relato nos encontramos con el de la aparición a los once: Jesús se manifiesta a los discípulos reunidos y les envía en misión hasta el fin del mundo.
NOSOTROS hemos venido aquí (al Retiro) para revisarnos y le pedimos a Cristo que nos acompañe.
NOSOTROS ESPERAMOS. Estas palabras están llenas de todo el peso de la vida cotidiana, llenas de Esperanza y de experiencias humanas,… Con nuestros planes; creemos que Jesús va a realizar estos planes, por eso hace tanto tiempo que le seguimos.
Pero nuestros planes no se cumplen….. ¿Por qué? Porque todavía no conocemos suficientemente a Cristo. Existe en nosotros un conocimiento intelectual de Jesús que no basta para encontrarlo.
EL SENTIDO DE UNA ESPERANZA. Jesús se sitúa en lo más íntimo de sus preocupaciones, y les deja que hablen cuanto quieran sobre su esperanza fallida. Ellos le hablan de sus planes. Pero eran suyos. Los suyos, los que les cegaban e impedían que reconocieran a Jesús,… Estos planes se habían cumplido pero de manera diferente a como ellos se lo imaginaban. Hablan a Jesús, pero tal y como ellos se lo imaginan, y por ello…no le reconocen.
Jesús habla a su vez; pero no para cambiar sus planes sobre el hombre, sino para darle su verdadero sentido. Para ello les da un repaso a toda la Escritura, haciéndoles comprender lo que a él se refería. Jesús parte de lo que ellos viven, toma sus vidas en su totalidad situándolas en el gran proyecto de Dios que muestran las escrituras.
Y, de repente, sus corazones empiezan a arder al mismo tiempo que sus planes van situándose en su lugar, dentro del dinamismo que recorre de arriba abajo toda la escritura para conducir finalmente a Cristo.
PARA ESTO ESTAMOS AQUÍ. Para ver si “nuestros planes” son los planes de Cristo. Para recorrer un poco las Escrituras, Palabra de Dios. Para que ellas nos conduzcan finalmente a Cristo.
LE RECONOCEN AL PARTIR EL PAN, es decir, en la Eucaristía. A partir de esta Eucaristía, de esta presencia celebrada del Jesús vivo, el discípulo puede empezar a comprender la Pascua.
INMEDIATAMENTE SE LEVANTAN. La fe no puede ser individual, se celebra entre creyentes. Pero nunca en círculo cerrado; si se celebra al Resucitado es para presentarlo al mundo. Jesús al mostrarse ante ellos les convierte en testigos.
NOSOTROS TERMINAREMOS ESTOS EJERCICIOS y volveremos a “nuestro mundo”. Nos encontraremos con nuestros compañeros de grupo y nos convertiremos en testigos. No podemos olvidar que estáis en una Diócesis Misionera.
QUEDATE CON NOSOTROS PORQUE ATARDECE Y EL DIA VA DE CAIDA. Finalmente han acertado con la palabra justa, la frase sensata. Dos leguas de camino con aquel desconocido que está “a oscuras de todo” para caer en la cuenta de que son ellos en realidad los que están mal informados de los sucesos que sabían solamente contar. Dos leguas de camino con aquel compañero de viaje para admitir que ya no pueden prescindir de él.
Y ENTRÓ PARA QUEDARSE CON ELLOS. Sí. Ha decidido quedarse. De ahora en adelante lo podremos encontrar en nuestro camino. Viaja de incógnito. Es uno cualquiera. Tiene el rostro normal de una persona con la que me encuentro y que me para. Se revela a través del “sacramento del hermano”.
El permanece en medio de nosotros. Y nosotros hemos de reconocerlo. Cada encuentro puede ser una aparición.
A ELLOS SE LES ABRIERON LOS OJOS Y LE RECONOCIERON. Pascua es el don de la luz; pero es un don que se recibe con los ojos. Cuando puso su tienda entre nosotros el mundo no le reconoció. Ahora que ha decidido permanecer, el pecado por excelencia es el de los “ojos cerrados”. Ciego del camino. Y entonces ya no tenemos derecho a lamentarnos a causa de la oscuridad.
Si atardece la culpa es solamente nuestra".
