Poema de Pepe

Me gusta verte,
árbol centenario
lleno de brotes y ramos
como si fueses
todavía adolescente

Enséñame el secreto
de envejecer así...
abierto a la vida,
a la juventud,
a los sueños, como aquel
que sabe que juventud y vejez
no son más que etapas
para la eternidad

Pepe Pbro.


domingo, 5 de diciembre de 2010


Cuando Pepe cumplió sus bodas de oro sacerdotales, la Parroquia le dedicó este homenaje en forma de azulejos en la entrada a las dependencias, por Luis Montoto.

Os confieso que cuando paso por allí, no puedo evitar mirar hacia arriba, hacia el balcón, como siempre miraba hace años para ver si había alguien en el Salón. (La clave: tres timbrazos, ¿os acordáis?). Ahora todo está cerrado y... no sé bien para que se usa el salón.

Pero cada vez que voy a la Parroquia, como ayer, para celebrar una boda o algún bautizo de nuestra gente, al salir y pasar por delante de los azulejos, sé que la obra de Pepe entre nosotros y en la Parroquia ha dejado tanta huella, tanta bendita huella, que no se puede borrar.

Y ahora nos proponemos que esa huella sea conocida y sea bendición para la Iglesia de Sevilla, para nuestra Archidiócesis, y para la Iglesia universal. La Iglesia que Pepe nos enseñó a conocer y amar.

Os informaré de las novedades. Un abrazo a todos.

Marce.



1 comentario:

  1. ¡¡¡¡¡Qué recuerdos!!!!! ¿verdad?. Qué bendición de Dios tan grande hemos tenido los que hemos podido disfrutar de ese Salón de Jóvenes Cristianos. En ese Salón pudimos pasar la adolescencia formando un grupo de jóvenes que intentábamos seguir a Cristo con nuestros defectos y debilidades y siendo tremendamente felices. Para que digan ahora que la Iglesia está pasada y no es para jóvenes, no tienen ni idea de lo que hablan. Y todo ello se dió en San Benito gracias a Pepe, que conociéndonos a todos, supo guiarnos consiguiendo que la parroquia fuese nuestra segunda casa, en la que nos encontrábamos en familia y en la que surgieron unos lazos que más de 20 años después seguimos teniendo, aunque ya no nos veamos tanto. En la actualidad cada uno de nosotros con nuestra rutina y nuestra vida sería imposible tener el contacto que teníamos entonces de vernos a diario y rezar y reirnos juntos, pero no por ello estamos lejos. Yo me sigo sintiendo muy muy cerca de todos mis amigos (HERMANOS) de entonces.
    Dios quiera que cuando mis hijos lleguen a esos 13-14 años (edad tan difícil) pueda haber un sacerdote (aunque sea la décima parte de Pepe) en esa parroquia de S. Benito (que sigue siendo la nuestra)que pueda atraerlos a la parroquia y que puedan vivir lo mismo que su padre y yo vivimos.
    Nuevamente, Gracias Pepe.
    Desde aquí aprovecho para enviaros un beso muy fuerte a todos.

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