
Esta semana se publica otra de las homilías de D.José, de Pepe. Se trata de una breve homilía realizada en uno de los Retiros de Jóvenes Cristianos. La foto que lo acompaña es del año 1991.
Homilía Lucernario Jóvenes Cristianos
El hombre quedó a oscuras por haber hecho caso de la catequesis del Maligno. No ve al hermano y, por lo tanto, no lo ama. Cristo rompe el cerco que nos impide ver y amar al hermano, y el hombre comienza a ver y a preocuparse por el hermano.
Hemos pasado por la experiencia de la noche. La noche más negra, y más negra que la aurora.
Los pesimistas exclaman: “Hoy los Imperios han sido superados. También las superpotencias han sido superadas por alianzas apocalípticas, que engloban poder económico, poder militar, a los cerebros más valiosos y los grandes medios de comunicación social”. Continúan los pesimistas: “Y ante tales alianzas apocalípticas hasta las religiones caen en ese engranaje. Y estas alianzas se burlan de los sistemas políticos, se instalan y se sienten a gusto, en el oeste y en el este, en el norte y en el sur”.
Es cierto, Señor, es media noche. Pero cómo olvidar que si más negra es la noche más bella es la aurora.
Porque vosotros os estáis haciendo mayores y estáis ya dentro del mundo, de nuestro tiempo. ¿Quién ganará?
El Espíritu sopla en medio de la noche, ese Espíritu que cayó sobre vosotros una tarde en la Iglesia Madre, con la imposición de manos de nuestro Pastor, el Señor Arzobispo. Somos los poseedores de la luz, SOMOS LA LUZ. No tengamos miedo a las sombras; Cristo prefirió la noche. Seguramente era de noche cuando se encontró contigo.
Ven en busca de tus hermanos, los que aún están en la sombra, diles: "Salgamos de la noche porque nos espera la aurora cargada de esperanzas”. Hagamos un mundo nuevo donde hagamos posible el AMOR.
El hombre quedó a oscuras por haber hecho caso de la catequesis del Maligno. No ve al hermano y, por lo tanto, no lo ama. Cristo rompe el cerco que nos impide ver y amar al hermano, y el hombre comienza a ver y a preocuparse por el hermano.
Hemos pasado por la experiencia de la noche. La noche más negra, y más negra que la aurora.
Los pesimistas exclaman: “Hoy los Imperios han sido superados. También las superpotencias han sido superadas por alianzas apocalípticas, que engloban poder económico, poder militar, a los cerebros más valiosos y los grandes medios de comunicación social”. Continúan los pesimistas: “Y ante tales alianzas apocalípticas hasta las religiones caen en ese engranaje. Y estas alianzas se burlan de los sistemas políticos, se instalan y se sienten a gusto, en el oeste y en el este, en el norte y en el sur”.
Es cierto, Señor, es media noche. Pero cómo olvidar que si más negra es la noche más bella es la aurora.
Porque vosotros os estáis haciendo mayores y estáis ya dentro del mundo, de nuestro tiempo. ¿Quién ganará?
El Espíritu sopla en medio de la noche, ese Espíritu que cayó sobre vosotros una tarde en la Iglesia Madre, con la imposición de manos de nuestro Pastor, el Señor Arzobispo. Somos los poseedores de la luz, SOMOS LA LUZ. No tengamos miedo a las sombras; Cristo prefirió la noche. Seguramente era de noche cuando se encontró contigo.
Ven en busca de tus hermanos, los que aún están en la sombra, diles: "Salgamos de la noche porque nos espera la aurora cargada de esperanzas”. Hagamos un mundo nuevo donde hagamos posible el AMOR.
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